ENFERMEDAD DE FABRY
La enfermedad de Fabry es una enfermedad poco frecuente
y no demasiado conocida. Al ser clínicamente heterogénea, en su diagnóstico y tratamiento, se ven involucradas
múltiples disciplinas biomédicas.
Actualmente se dispone de una terapia específica para esta
enfermedad, la terapia de reemplazo enzimático (TRE), que
ha demostrado cambiar la historia natural de la enfermedad.
Esta nueva situación exige mejorar las condiciones
actuales de pobre definición diagnóstica que existe en
nuestro medio. A la fecha no hay dudas sobre la eficacia de
la TRE, aunque en algunas situaciones puede no haber una
clara definición sobre cuándo y en base a qué parámetros
debe ser iniciado el tratamiento.
Incidencia
Si bien se la considera una enfermedad rara, es la segunda
enfermedad de depósito en frecuencia, después de la
enfermedad de Gaucher. No existe a la fecha reportes estadísticos
sobre prevalencia e incidencia en nuestro país. Los
reportes internacionales informan de 1/40.000 hombres y
1/117.000 portadoras. Hay estudios que relatan una prevalencia mayor.
Herencia
La Enfermedad de Fabry presenta una transmisión ligada
al sexo (cromosoma X), estando secuenciado su gen en
la banda Xq22.1 del brazo largo del cromosoma X. Existe
una alta penetrancia en varones hemizigóticos, aunque
con amplias variaciones intra e interfamiliares en la expresión
fenotípica del defecto enzimático. Las mujeres (mal
llamadas portadoras) suelen tener en algunas ocasiones
pocos síntomas atribuibles a la enfermedad, pero pueden
también presentar una forma florida. Esto es debido a la
inactivación no aleatoria del cromosoma X. Las mujeres
tienen en todas sus células uno de los dos cromosomas X
inactivados y esto, en principio ocurre de forma aleatoria,
de manera que el 50% de las células deberían tener inactivado
el cromosoma X paterno y el otro 50% el materno.
Por motivos no bien conocidos, esto en ocasiones, no es
así y hay una inactivación preferencial de uno de los dos
cromosomas. Así pues, si el cromosoma preferentemente
inactivado es el que no lleva el gen con la mutación, la
mujer tendrá en la mayoría de sus células el gen mutado
en el cromosoma X activo y por lo tanto presentará clínica
atribuible a la enfermedad.
Mortalidad
La insuficiencia renal es la causa de muerte primaria en los
pacientes con Enfermedad de Fabry, seguido de la insuficiencia
cardíaca y la aparición progresiva de ataques cerebrales
isquémicos. Previo al advenimiento del tratamiento
dialítico la edad media de muerte era 41 años.
Diagnósticos diferenciales
Los diagnósticos diferenciales a tener en cuenta son:
• esclerosis múltiple
• artritis reumatoidea
• fiebre reumática
• enfermedad celíaca
• intestino irritable
• intolerancia a la lactosa
• porfiria
• espondilitis anquilosante
• enfermedad de Raynaud
• fibromialgia
• nefroesclerosis hipertensiva
• miocardiopatía hipertrófica familiar y/o idiopática
• vasculitis cerebral
• trastornos psiquiátricos
¿Cómo debe hacerse
el diagnóstico de la
enfermedad?
El diagnóstico definitivo de Enfermedad de Fabry se basa
en la demostración de la deficiencia o ausencia en la actividad
de alfa-galactosidasa A (EC 3.2.1.22) en plasma,
leucocitos o fibroblastos cultivados (métodos clásicos).
Actualmente en Argentina contamos con la posibilidad de
realizar búsqueda de las mutaciones genéticas por medio
del estudio molecular.
Actualmente se cuenta con el diagnóstico enzimático en
gotas de sangre en papel de filtro. Esta nueva metodología
posibilita el envío de muestras a distancia, el diagnóstico
retrospectivo y el tamizaje poblacional. No obstante, ante
un resultado anormal en gotas de sangre se debe recurrir a
la confirmación diagnóstica por métodos clásicos.
En varones (hemicigotas), la actividad disminuida de alfagalactosidasa
A confirma la enfermedad. En mujeres heterocigotas,
la actividad enzimática no es un indicador confiable,
ya que puede encontrarse dentro de valores normales,
por lo que se debe recurrir al estudio molecular.
Marcadores bioquímicos
El dosaje del glicoesfingolípido Gl3 acumulado en distintos
tejidos y fluidos se considera un marcador biológico útil
para seguir la progresión de la enfermedad o evaluar la
respuesta al tratamiento. Los niveles de Gl3 son monitoreados
en orina y/o plasma de varones hemicigotas y mujeres
heterocigotas. Este biomarcador no puede ser usado
para monitorear la respuesta al tratamiento en pacientes
que presentaron niveles basales dentro del rango normal.
Marcadores bioquímicos
El dosaje del glicoesfingolípido Gl3 acumulado en distintos
tejidos y fluidos se considera un marcador biológico útil
para seguir la progresión de la enfermedad o evaluar la
respuesta al tratamiento. Los niveles de Gl3 son monitoreados
en orina y/o plasma de varones hemicigotas y mujeres
heterocigotas. Este biomarcador no puede ser usado
para monitorear la respuesta al tratamiento en pacientes
que presentaron niveles basales dentro del rango normal.
Manifestaciones clínicas, estudios complementarios y
seguimiento (por especialidad).
NEUROLOGIA:
Manifestaciones tempranas
• Dolor Neuropático
Características principales: fulgurante, ardor, quemazón,
pinchazos, hormigueo, etc. bilaterales en manos y/o pies
de intensidad moderada a crisis severas. Inicialmente con
examen neurológico normal. No responden a analgésicos
comunes.
Puede tener electromiograma (EMG) y conducciones
nerviosas normales.
• Disautonómicos
- Gastrointestinales (diarrea y dolor abdominal cólico recurrente,
náuseas, saciedad temprana, vómitos, constipación)
- Hipo o anhidrosis (falta de sudoración)
- Hipertermia (sin causa aparente)
- Intolerancia al frio y/o calor.
• Cefaleas
Manifestaciones tardías
• Persistencia del dolor neuropático
• Persistencia de la disautonomía (se suman a los síntomas
anteriores déficit de la vasoreactividad cerebral: síncope,
ortostatismo)
• Compromiso del sistema nervioso central
- Ataque cerebrovascular (Transitorio -AIT- y/o Instalados
-ACV-)
- Manifestaciones cerebrovasculares silentes (lacunares,
leucoaraiosis,etc).
Exámenes complementarios
• Estudios electrofisiológios
- Examen electromiográfico y Velocidad de Conducción
(frecuentemente normal, no evalúa fibras finas)
- QST (Quantitative Sensory Testing) (Estudio sensitivo
cuantitativo)
- SSR ( sympathetic skin response) Respuesta Simpática
de la Piel
- QSART (Quantiytative Sudomotor Axonal Reflex Test)
• Biopsia de piel (con cuantificación de terminales libres)
• Imágenes
- Resonancia Magnética Convencional (secuencias T1-T2-
Flair)
- Angioresonancia de vasos intracraneales
- PET y/o SPECT en casos particulares
• Otros
- Eco Doppler Transcraneano
- Resonancia magnética de cerebro con secuencias especiales
(espectroscopía y mapa de coeficiente de difusión aparente)
CARDIOLOGIA
Manifestaciones tempranas (< 35 años)
• Disfunción autonómica
• Trastornos de la conducción
• Bradicardia
• Intervalo PR corto
• Bloqueos
• Intolerancia al frío y al calor (diagnostico diferencial de
Raynaud)
Manifestaciones tardías (> 35 años)
Síntomas
• Angor
• Disnea
• Palpitaciones
• Mareos
• Síncope
• Edemas de miembros inferiores
• Cansancio extremo
Signos
• Hipertrofia ventricular izquierda (HVI) sin causa aparente
• Disfunción diastólica del ventrículo izquierdo
• Arritmias
• Trastornos de conducción
• Alteraciones de la repolarización ventricular izquierda
• Valvulopatías, especialmente insuficiencias
• Dilatación de la raíz aórtica
• Disautonomía
Exámenes complementarios
• Examen clínico cardiovascular
• Tensión arterial acostado, sentado y parado
• Toma de pulsos
• ECG de 12 derivaciones (de preferencia con medición automática
de parámetros)
- Medición de índice y producto de Sokolov y la sumatoria
y su producto de las amplitudes del QRS de 12 derivaciones
• Telerradiografía de tórax, frente y perfil
• Ecocardiograma en modo M y B
- Medir espesores de la pared posterior y del septum interventricular
- Indice de masa ventricular izquierda (IMVI) utilizando la
fórmula de Devereux
- Medición de diámetros cavitarios
• Doppler pulsado y contínuo
- Evaluar patrón de llenado ventricular izquierdo
- Insuficiencias valvulares
- Fracción de eyección
• Doppler Tisular
• Strain Rate
• Funcional respiratorio
• Estudio de perfusión miocárdica con radioisótopos de reposo
y esfuerzo o con apremio farmacológico.
- A realizarse en pacientes que presentan angor, disnea, alteraciones
de la repolarización, disfunción ventricular por
ecocardiograma, sincope o arritmias malignas
• Tomografía multi-slice coronaria o Cinecoronariografia
- En los casos en que el estudio de perfusión miocárdica
resulte patológico
• Electrocardiograma ambulatorio de 24 horas Holter
- En los casos que presenten palpitaciones, arritmias, trastornos
de la conducción, mareos o sincope. Se recomienda
calcular la variabilidad de la frecuencia cardiaca, como expresión
de disautonomía.
• Estudio Electrofisiológico
- En los casos de pre-excitación, taquicardias paroxísticas,
aleteo auricular, fibrilación auricular y arritmias ventriculares
malignas
Seguimiento
Basal 6
meses
Anual Bianual A determinar
Anamnesis X X
Examen
físico
X X
ECG X X X
Rx de tórax X X X
Ecocardiograma
Doppler
X X X
Funcional
respiratorio
X X
En la columna “a determinar” se colocan los estudios que
se repetirán según el criterio medico, o en el caso que el
estudio previo resultara patológico.
NEFROLOGIA
Manifestaciones renales
• Microalbuminuria persistente
• Proteinuria
• Disminución del filtrado glomerular
• Insuficiencia renal crónica
Estudios complementarios
• Laboratorio inicial:
En Sangre: Hemograma, urea, creatinina, glucemia, ionograma,
ácido úrico, hepatograma, proteinograma, lipidograma,
calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio.
En Orina: Sedimento urinario, microalbuminuria y/o proteinuria
de 24 hrs,
clearence de creatinina de 24 hrs, calcio, fósforo, magnesio,
sodio y potasio.
Si un dosaje de microalbuminuria es positiva, el mismo
debe repetirse para su confirmacion antes de considerarlo
como la primera etapa de la afectación renal.
• Ecografía Renal: Debe realizarse siempre previo el inicio
de la TRE.
• Biopsia Renal: se realizará biopsia renal por punción bajo
ecografía en los pacientes que presenten microalbuminuria
y/o proteinuria antes del inicio del tratamiento. Se debe
realizar estudio de microscopía óptica, inmunofluorescencia
y electrónica. Los fundamentos de este procedimiento
son: confirmar y cuantificar el compromiso renal, así como
también, tener un parámetro pronóstico de la evolución renal
y contribuir al conocimiento de la historia natural de la
enfermedad.
Todos los pacientes con microalbuminuria o proteinuria
deben recibir ACEi y/o ARB’s según tolerancia, y titulando
la proteinuria. Una vez estabilizada la excreción proteica
con tratamiento nefroprotector, la misma debe controlarse
cada 6 meses. Simultáneamente deben controlarse los parámetros
funcionales y del medio interno.
DERMATOLOGÍA
Manifestaciones clínicas:
• Angioqueratoma corporal difuso (90% hemicigotas y 80%
de heterocigotas)
• Telangiectasias en mucosas y piel
• Alteraciones de la sudoración (hipo y anhidrosis)
• Aclaración: el término angioqueratoma ha sido descripto
desde 1898, a la fecha con los nuevos estudios de microscopía
óptica y electrónica, el término sugerido es ANGIOMA
o ANGIECTASIA, ya que la presencia de hiperkeratosis
es muy baja, y esto puede llevar a un falso negativo por
parte del patólogo.
Estudios complementarios
Evaluación por dermatólogo avezado en la patología e iconografía
corporal total.
En pacientes con diagnóstico de sospecha:
- Cuando existan angioqueratomas: Biopsia de la lesión
- Cuando no existan angioqueratomas: Biopsia de piel sana
con microscopía electrónica (ME)
En pacientes con diagnóstico establecido:
- La biopsia de piel sería solo a fines académicos y debe
realizarse antes de comenzar tratamiento y para control del
mismo.
Seguimiento:
Control dermatológico e iconográfico anual.
ME de piel normal para evaluación de mejoría de depósito
durante el tratamiento.
OFTALMOLOGÍA
Manifestaciones oftalmológicas
• Diagnósticas:
- Córnea verticilada
- Tortuosidad vascular conjuntival y retinal.
- Catarata subcapsular
• Morbilidad:
- fenómenos oclusivos retinianos.
Estudios complementarios
Examen básico:
- Refracción
- Biomicroscopía
10
- Tonometría
- Fondo de ojo
Seguimiento
Con diagnóstico establecido: 1º examen a los 5 años. Control
anual.
OTORRINOLARINGOLOGIA
Manifestaciones:
• Hipoacusia progresiva o súbita (especialmente en frecuencias
agudas)
• Acúfenos.
• Mareos/vértigo
Estudios complementarios
• Exámen otorrinolaringológico habitual.
• Rastreo auditivo con otoemisiones acústicas.
• Si las otoemisiones están ausentes se debe considerar el
examen audiológico: audiometría tonal, logoaudiometría,
acúfenometría, tímpanometría impedanciometría, potenciales
evocados auditivos, electronistagmografía.
. ¿Cuándo debe iniciarse
el tratamiento?
Independientemente de la edad y el sexo del paciente se
sugiere iniciar el tratamiento cuando el paciente presente
al menos:
1 Criterio mayor o 2 Criterios menores
• Criterios mayores
• Compromiso cardíaco: miocardiopatía hipertrófica y/o
arritmias y/o cardiopatía isquémica
• Compromiso renal: microalbuminuria y/o proteinuria y/o
insuficiencia renal crónica (creatinina sérica >1,5 mg/dl)
• Compromiso neurológico: Accidente cerebrovascular y/o
isquemias cerebrales objetivadas por resonancia magnética
y/o dolor neuropático severo recurrente (escala analógica
visual > 6 puntos)
Criterios Menores
• Hombres en edad adulta (> 16 años)
• Dolor neuropático
• Dolor neuropático leve o moderado (no requiere tratamiento
farmacológico)
• Dolor neuropático severo con buena respuesta al tratamiento
farmacológico.
• Hipohidrosis y/o trastornos de la termorregulación
• Hipoacusia y/o vértigo
• Angioqueratomas
• Trastornos gastrointestinales: diarrea y dolores abdominales
típicos
• Fenómenos oclusivos retinianos
• Retraso en la velocidad crecimiento pondoestatural
• Doppler transcraneano anormal (disminución de las velocidades
de flujo y/o ausencia de la vasoreactividad cerebral)
• Test de cuantificación sensitivo (QST) anormal
• Resonancia magnética de cerebro sin isquemias en secuencias
habituales, con Coeficiente de difusión aparente
(ADC map) alterado
• Strain Rate anormal
• Electrocardiograma anormal
Todos los criterios anteriores deben evaluarse en el contexto
de cada paciente NO existiendo otra causa que los
explique
Tratamiento
sintomático y Terapia de
reemplazo enzimático (TRE)
Tratamiento sintomático:
Hasta el año 2001 sólo se disponía de terapias sintomáticas
para el tratamiento de la enfermedad de Fabry. Las medicaciones
que pueden generar algún alivio para el dolor
neuropático son: fenitoína, carbamacepina y gabapentín.
En casos puntuales existen descripciones del uso de morfina
en dosis bajas. Como tratamiento antiproteinúrico se
emplean los inhibidores de la enzima convertidora de la
angiotensina II, bloqueantes cálcicos, antagonistas de los
receptores de la angiotensina II, espironolactona, etc. A
estos fármacos se asocian los diuréticos, antiarrítmicos,
beta-bloqueantes para el tratamiento de la insuficiencia
cardíaca entre otros. Se han utilizado los antiagregantes
plaquetarios y anticoagulantes como la aspirina y el acenocumarol
respectivamente, para el tratamiento de las oclusiones
vasculares cardíacas, cerebrales y de miembros.
Terapias de Reemplazo Enzimático disponibles:
Agalsidasa Alfa (Replagal®) (Shire Pharmaceuticals Group
Plc)
• Dosis 0,2 mg/Kg de peso
• Vía Intravenosa
• Velocidad de administración 40 minutos
• Intervalo Cada 2 semanas
Agalsidasa Beta (Fabrazyme®) (Genzyme Corp., Cambridge,
Massachusetts)
• Dosis 1 mg /kg de peso
• Vía Intravenosa
• Velocidad de administración 15 mg/hora (inicial)
• Intervalo Cada 2 semanas.
Bibliografía
1. Argoff CE, Barton NW, Brady RO, Ziesmann HA. Gastrointestinal
symptoms and delayed gastric emptying in Fabry’s disease: Response to
metoclopramide. Nucl Med Commun 1998; 19: 887-891.
2. Alroy J, Sabnis S, Kopp JB. Renal pathology in Fabry disease. J Am Soc
Nephrol. 2002;13 Suppl 2:S134-8.
3. Banikazemi M, Bultas J, Waldek S, Wilcox WR, Whitley CB,
McDonald M, Finkel R, Packman S, Bichet DG, Warnock DG, Desnick RJ;
Fabry Disease Clinical Trial Study Group. Agalsidase-beta therapy for
advanced Fabry disease: a randomized trial. Ann Intern Med. 2007 Jan
16;146(2):77-86.
4. Bennett RL, Hart KA, Rourke EO, Barranger JA, Jonson J, MacDermont KD,
Pastores GM, Steiner RD, Thadhani R. Fabry disease in genetic counselling
practice: recommendations of the national society of genetic counsellors. J
Genet Counsel 2002; 11: 121-146.
5. Bierer G, Kamangar N, Balfe D, Wilcox WR, Mosenifar Z. Cardiopulmonary
Exercise Testing in Fabry Disease. Respiration 2005;72:504–511
6. Birklein F. Mechanisms of neurophatic pain and their importance in Fabry
disease. Acta Paediatr Suppl 2002; 439: 34-37.
7. Brady RO, Gal AE, Bradley RM, Martensson E, Warshaw AL, Laster L.
Enzymatic defect in Fabry´s disease. Ceramidetrihexosidase deficiency. N
Engl J Med. 1976; 276: 1163-1167.
8. Branton M, Schiffmann R, Kopp JB. Natural history and treatment of renal
involvement in Fabry disease. J Am Soc Nephrol. 2002;13 Suppl 2:S139-43.
9. Branton MH, Schiffmann R, Sabnis SG, Murray GJ, Quirk JM, Altarescu
G, Goldfarb L, Brady RO, Balow JE, Austin Iii HA, Kopp JB. Natural history of
Fabry renal disease: influence of alpha-galactosidase A activity and genetic
mutations on clinical course. Medicine (Baltimore). 2002;8: 122-38.
10. Brown LK, Miller A, Bhuptani A, Sloane MF, Zimmerman MI, Schilero G,
Eng CM, Desnick RJ. Pulmonary involvement in Fabry disease. Am J Respir
Crit Care Med 1997; 155:1004-10
11. Cable WJ, Kolodny EH, Adams RD. Fabry disease: impaired autonomic
function. Neurology 1982; 32: 498-502.
12. Chamoles NA, Blanco M, Gaggioli D. Fabry disease: enzymatic diagnosis
in dried blood spots on filter paper. Clin Chim Acta 2001; 308: 195-196
13. Chowdhury MM, Holt PJ. Pain in Anderson-Fabry disease. Lancet 2001;
357: 887.
14. Cleeland CS. Pain assessment: the adventages of using pain scales in
lysosomal storage diseases. Acta Paediatr Suppl 2002; 439: 43-47.
15. Clinical Practice Guidelines for Chronic Kidney Disease: Evaluation,
Classification, and Stratification. Part 4. Definition and classification of stages
of chronic kidney disease. Am J Kidney Dis 39:S46-S75, 2002 (suppl 1).
16. Clinical Practice Guidelines for Chronic Kidney Disease: Evaluation,
Classification, and Stratification Part 5. Evaluation of laboratory
measurements for clinical assessment of kidney disease. Guideline 4.
Estimation of GFR . Disponible en http://www.kidney.org/professionals/KDOQI/
guidelines_ckd/toc.htm.
17. Conti G, Sergi B. Auditory and vestibular findings in Fabry disease: a
study of hemizygous males and heterozygous females. Acta Paediatr Suppl.
2003;92:33-7.
18. Desnick RJ, Allen KY, Desnick SJ, Raman MK, Bernlohr RW, Krivit W.
Fabry disease: enzymatic diagnosis of hemizygotes and heterozygotes
α-galactosidase activities in plasma, serum, urine and leukocytes. J Lab Clin
Med 1973; 81: 157-171
19. Desnick RJ, Ioannou YA, Eng CM. α-Galactosidase A deficiency: Fabry
disease. In: Scriver CR, Beaudet AL, Sly WS, Valle D, eds. The metabolic
bases of Inherited Disease. 8th ed. New York: MacGraw-Hill; 2001: 3733-3774
20. Desnick RJ, Brady RO, Barranger J, Collins AJ, Germain DP, Goldman M,
Grabowsky GA, Packman S, Wilcox WR. Fabry Disease, an under-recognized
multisystemic disorder: expert recommendations for diagnosis, management
and enzyme replacement therapy. Ann Intern Med 2003; 38: 338-346.
21. Devereux RB, Alonso DR, Lutas EM, Gottlieb GJ, Campo E, Sachs I,
Reichek N. Ecocardiography assessment of left ventricular hypertrophy:
comparison to necropsy findings. Am J of Cardiol 1986; 57:459-8
22. De Schoenmakere G, Chauveau D, Grunfeld JP. Enzyme replacement
therapy in Anderson-Fabry’s disease: beneficial clinical effect on vital organ
function. Nephrol Dial Transplant. 2003 ;18:33-5.
23. Dominguez RO, Amartino H, Chamoles NA, Grupo de Estudio de la
Enfermedad de Fabry G. Neuropathic pain in Fabry’s disease: heterogeneous
remission in three years of enzyme replacement therapy. Rev Neurol. 2006
Aug 16-31;43:201-6.
24. Dütsch M, Marthol H, Stemper B, Brys M, Haendl T, Hilz JM. Small fiber
dysfunction predominates in Fabry neuropathy. J Clin Neuroph 2002; 19:
575-586.
25. Eng CM, Gurron N, Wilcox WR, Germain DP, Lee P, Waldek S, et al. Safety
and efficacy of recombinant human α-galactosidase A-replacement therapy in
Fabry´s disease. N Engl J Med. 2001; 345:9-16.
26. Eng CM, Fletcher J, Wilcox WR, Waldek S, Scott CR, Sillence DO, Breunig
F, Charrow J, Germain DP, Nicholls K, Banikazemi M. Fabry disease: baseline
medical characteristics of a cohort of 1765 males and females in the Fabry
Registry. J Inherit Metab Dis. 2007 Apr;30(2):184-92
27. Eng CM, Germain DP, Banikazemi M, Warnock DG, Wanner C, Hopkin RJ,
Bultas J, Lee P, Sims K, Brodie SE, Pastores GM, Strotmann JM, Wilcox WR.
Fabry disease: guidelines for the evaluation and management of multi-organ
system involvement. Genet Med. 2006 ;8(9):539-48.
28. Eto Y, Ohashi T, Utsunomiya Y, Fujiwara M, Mizuno A, Inui K, Sakai N,
Kitagawa T, Suzuki Y, Mochizuki S, Kawakami M, Hosoya T, Owada M,
Sakuraba H, Saito H. Enzyme replacement therapy in Japanese Fabry
disease patients: the results of a phase 2 bridging study. J Inherit Metab Dis.
2005;28:575-83.
29. Fellgiebel A, Mazanek M, Whybra C, Beck M, Hartung R, Muller KM,
Scheurich A, Dellani PR, Stoeter P, Muller MJ. Pattern of microstructural
brain tissue alterations in Fabry disease A diffusion-tensor imaging study. J
Neurol. 2006; 6: 1-8
30. Filling-Katz MR, Merrick HF, Finf JC, Miles RB, Sokol J, Barton NW.
Carbamacepine in Fabry’s disease: effective analgesia with dose-dependent
exacerbation of autonomic dysfunction. Neurology 1989; 39: 598-600.
31. Germain DP, Waldek S, Banikazemi M, Bushinsky DA, Charrow J,
Desnick RJ, Lee P, Loew T, Vedder AC, Abichandani R, Wilcox WR, Guffon
N. Sustained, long-term renal stabilization after 54 months of agalsidase
beta therapy in patients with Fabry disease. J Am Soc Nephrol. 2007
May;18(5):1547-57.
32. Germain DP, Avan P, Chassaing A, Bonfils P. Patients affected with Fabry
disease have an increased incidence of progressive hearing loss and sudden
deafness: an investigation of twenty-two hemizygous male patients. BMC
Med Genet. 2002 ;3:1-10
33. Glass RB, Astrin KH, Norton KI, Parsons R, Eng CM, Banikazemi M,
Desnick RJ. Fabry disease: renal sonographic and magnetic resonance
imaging findings in affected males and carrier females with the classic and
cardiac variant phenotypes. J Comput Assist Tomogr. 2004 ;28:158-68.
34. Gomez I, Nora DB, Becker J, Ehlers JAC, Schwartz IVD, Giugliani R, et al.
Nerve conduction studies, electromyography and sympathetic skin response
in Fabry’s disease. J Neurol Scien 2003; 214: 21-25.
35. Gordon KE, Ludman MD, Finley GA. Succesful treatment of painful crises
of Fabry disease with low dose morphine. Paediatr Neurol 1995; 12: 250-251.
36. Grunfeld JP, Lidove O, Joly D, Barbey F. Renal disease in Fabry patients. J
Inherit Metab Dis. 2001;24 Suppl 2:71-4.
37. Hajioff D, Enever Y, Quiney R, Zuckerman J, Mackermot K, Mehta A.
Hearing loss in Fabry disease: the effect of agalsidase alfa replacement
therapy. J Inherit Metab Dis. 2003;26:787-94.
38. Hegemann S, Hajioff D, Conti G, Beck M, Sunder-Plassmann G, Widmer
U, Mehta A, Keilmann A. Hearing loss in Fabry disease: data from the Fabry
Outcome Survey. 2006 Sep;36(9):654-62
39. Hilz MJ, Brys M, Marthol H, Stemper B, Dutsch M. Enzyme replacement
therapy improves function of C-, Adelta-, and Abeta-nerve fibers in Fabry
neuropathy. Neurology. 2004;62:1066-72.
40. Hilz MJ, Kolodny EH, Brys M, Stemper B, Haendl T, Marthol H. Reduced
cerebral blood flow velocity and impaired cerebral autoregulation in patients
with Fabry disease. J Neurol 2004: 251; 564-70.
41. Hopkin RJ, Bissler J, Grabowski GA. Comparative evaluation of alphagalactosidase
A infusions for treatment of Fabry disease. Genet Med.
2003;5:144-53.
42. Inderbitzin D, Avital I, Largiader F, Vogt B, Candinas D. Kidney
transplantation improves survival and is indicated in Fabry’s disease.
Transplant Proc. 2005;37:4211-4.
43. Kampmann C, Wiethoff CM, Martin C, Wenzel A, Kampmann R, Whybra
C, Miebach E, Beck M. Electrocardiographic signs of hypertrophy in Fabry
disease-associated hypertrophyc cardiomyopathy. Acta Paediatr 2002;suppl
439:21-7
44. Kanekura T, Fukushige T, Kanda A, Tsuyama S, Murata F, Sakuraba H,
Kanzaki T. Immunoelectron-microscopic detection of globotriaosylceramide
accumulated in the skin of patients with Fabry disease. Br J Dermatol.
2005;153:544-8
45. Kolodny EH, Pastores GM. Anderson-Fabry disease: Extrarenal,
Neurologic Manifestations. J Am Soc Nephrol 2002; 13: 150-153.
46. Lao LM, Kumakiri M, Mima H, Kuwahara H, Ishida H, Ishiguro K, et al. The
ultrastructural characteristics of eccrine sweat glands in a Fabry disease
patient with hypohidrosis. J Dermatol. Sci. 1998; 18: 109-117.
47. Larralde M, Boggio P, Amartino H, Chamoles N. Fabry disease: a study of 6
hemizygous men and 5 heterozygous women with emphasis on dermatologic
14
manifestations. Arch Dermatol. 2004;140:1440-6.
48. Lee K, Jin X, Zhang K, Copertino L, Andrews L, Baker-Malcolm J, Geagan
L, Qiu H, Seiger K, Barngrover D, McPherson JM, Edmunds T. A biochemical
and pharmacological comparison of enzyme replacement therapies for the
glycolipid storage disorder Fabry disease. Glycobiology. 2003;13:305-13.
49. Lettieri, C, Inglese C, Preda P, Alfieri S, Gemignani F, Marbini A. Small fiber
neuropathy in an 11-year-old boy with fabry disease. J Perip Ner Sys 2003; 8:
53-54.
50. Lockman LA, Hunninghake DB, Krivit W, Desnick RJ. Relief of pain of
Fabry´s disease by diphenylhydantoin. Neurology 1973; 23: 871-875.
51. MacDermot KD, Holmes A, Miners AH. Anderson-Fabry disease: clinical
manifestations and impact of disease in a cohort of 60 obligate carrier
females. J Med Genet 2001;38:769–75.
52. MacDermot J, MacDermot KD. Neuropathic pain in Anderson-Fabry
disease: pathology and therapeutic options. Eur J Pharmacol 2001; 429: 121-
125.
53. MacDermot KD, Holmes A, Miners AH. Anderson-Fabry disease: clinical
manifestations and impact of disease in a cohort of 98 hemizygous males. J
Med Genet. 2001;38:750-60.
54. Maier E, Osterrieder S, Whybra C, Ries M, Gal A, Beck M, Roscher
A, Muntau A. Disease manifestations and X inactivation in heterozygous
females with Fabry disease. Acta Pædiatrica, 2006; Suppl 451: 30-38.
55. Maisey DN, Cosh JA. Basilar artery aneurysm and Anderson-Fabry
disease. J Neurol Neurosurg Psychiatry 1980; 43: 85-7.
56. Mastropasqua L, Nubile M, Lanzini M, Carpineto P, Toto L, Ciancaglini M.
Corneal and conjunctival manifestations in Fabry disease: in vivo confocal
microscopy study. Am J Ophthalmol. 2006 ;14:709-18.
57. Meikle PJ, et al. Prevalence of lysosomal disorders. JAMA 1999; 28: 1249-
1254.
58. Melzack J. The short-form McGill Pain Questionnarie. Pain 1987; 30: 191-
197.
59. Mills K, Johnson A, Winchester B. Síntesis of novel internal standards
for the quantitative determination of plasma ceramide trihexoside in Fabry
disease by tandem mass spectrometry. FEBS Lett 2002 515: 171-176.
60. Mills K, Vellodi A, Morris P, Cooper D, Morris M, Young E, Winchester B.
Monitoring the clinical and biochemical response to enzyme replacement
therapy in three children with Fabry disease. Eur J Pediatr 2004;163: 595-603.
61. Mitsias P, Levine SR. Cerebrovascular complications of Fabry´s disease.
Ann Neurol 1996; 40: 8-17.
62. Moore DF, Altarescu G, Barker WC, Patronas NJ, Herscovitch P,
Schiffmann R. White matter lesions in Fabry disease occur in ‘prior’
selectively hypometabolic and hyperperfused brain regions. Brain Res Bull.
2003; 62: 231-40.
63. Moore DF, Schiffmann R, Ulug AM. Elevated CNS average diffusion
constant in Fabry disease. Acta Paediatr Suppl. 2002;439: 67– 68.
64. Moore DF, Scott LT, Gladwin MT, Altarescu G, Kaneski C, Suzuki K, PeaseFye
M, Ferri R, Brady RO, Herscovitch P, Schiffmann R. Regional cerebral
hyperperfusion and nitric oxide pathway dysregulation in Fabry disease:
reversal by enzyme replacement therapy. Circulation. 2001 25;104:1506-12.
65. Moore DF, Altarescu G, Ling GS, Jeffries N, Frei KP, Weibel T, Charria-Ortiz
G, Ferri R, Arai AE, Brady RO, Schiffmann R. Elevated cerebral blood flow
velocities in Fabry disease with reversal after enzyme replacement. Stroke.
2002 ;33:525-31.
66. Nguyen TT, Gin T, Nicholls K, Low M, Galanos J, Crawford A.
Ophthalmological manifestations of Fabry disease: a survey of patients
at the Royal Melbourne Fabry Disease Treatment Centre. Clin Experiment
Ophthalmol. 2005;33:164-8.
67. Ortiz A, Marron B. Treatment of Fabry’s disease: for whom, when, and
how?. Nefrologia. 2003;23(1):7-9.
68. Pieroni M, Chimenti C, Ricci R, Sale P, Russo MA, Frustaci A. Early
detection of Fabry cardiomyopathy by tissue Doppler imaging. Circulation
2003, 107:1978–1984.
69. Pieroni M, Chimenti C, Russo A, Russo MA, Maseri A, Frustaci A. Tissue
Doppler imaging in Fabry disease. Curr Opin Cardiol 2004, 19:452–457
70. Politei JM, Pagano MA. Peripheral neuropathy in Anderson-Fabry
disease: its physiology, evaluation and treatment. Rev Neurol. 2004;38:979-83
71. Politei JM, Capizzano AA. Magnetic resonance image findings in 5 young
patients with Fabry disease. Neurologist. 2006;12:103-5.
72. Pomar Blanco P, San Roman Carbajo J, Martin Villares C, Rodriguez Martin
F, Paniagua J, Fernandez Pello M, Tapia Risueno M. Otology manifestations of
the Anderson-Fabry disease. Acta Otorrinolaringol Esp. 2006;57:115-7.
73. Ramaswami U, Whybra C, Parini R, Pintos-Morell G, Mehta A, SunderPlassmann
G, Widmer U, Beck M; FOS European Investigators. Clinical
manifestations of Fabry disease in children: data from the Fabry Outcome
Survey. Acta Paediatr. 2006;95:86-92.
74. Ries M, Mengel E, Kutschke G, Kim KS, Birklein F, Krummenauer, F, et al.
Use of gabapentin to reduce chronic neuropathic pain in Fabry disease. J
Inherit Metab Dis 2003; 26: 413-414.
75. Ries M, Gupta S, Moore DF, Sachdev V, Quirk JM, Murray GJ, Rosing
DR, Robinson C, Schaefer E, Gal A, Dambrosia JM, Garman SC, Brady RO,
Schiffmann R. Pediatric Fabry disease. Pediatrics. 2005;115:e344-55.
76. Sakuraba H, Murata-Ohsawa M, Kawashima I, Tajima Y, Kotani M,
Ohshima T, Chiba Y, Takashiba M, Jigami Y, Fukushige T, Kanzaki T, Itoh K..
Comparison of the effects of agalsidase alfa and agalsidase beta on cultured
human Fabry fibroblasts and Fabry mice. J Hum Genet. 2006;51:180-8.
77. Schiffmann R, Floeter MK, Dambrosia JM, Gupta S, Moore F, Sharabi Y,
et al. Enzyme replacement therapy improves peripheral nerve and sweat
function in Fabry disease. Muscle Nerve 2003;28:703-10.
78. Schiffmann R, Kopp JB, Austin HA 3rd, Sabnis S, Moore DF, Weibel T, et al.
Enzyme replacement therapy in Fabry disease: a randomized controlled trial.
JAMA 2001; 285: 2743-2749.
79. Scott LJC, Griffin JW, Luciano C, Barton NW, Banerjee T, Crawford JC, et
al. Quantitative analysis of epidermal innervation in Fabry disease. Neurology
1999; 52: 1249-1254.
80. Sergi B, Conti G. Hearing loss in a family affected by Fabry disease. J
Inherit Metab Dis. 2007 ;30(3):370-4.
81. Shah JS, Hughes DA, Sachdev B, Tome M, Ward D, Lee P, Mehta AB,
Elliott PM. Prevalence and Clinical Significance of Cardiac Arrhythmia in
Anderson-Fabry Disease. Am J Cardiol 2005;96: 842– 846.
82. Siamopoulos KC. Fabry disease: kidney involvement and enzyme
replacement therapy. Kidney Int. 2004;65:744-53.
83. Thurberg BL, Randolph Byers H, Granter SR, Phelps RG, Gordon RE,
O’Callaghan M. Monitoring the 3-year efficacy of enzyme replacement
therapy in fabry disease by repeated skin biopsies. J Invest Dermatol.
2004;122:900-8
84. Utsumi K, Yamamoto N, Kase R, et al. High incidence of thrombosis in
Fabry’s disease. Intern Med. 1997; 36: 327-9.
85. Uyama E, Ueno N, Uchino M, Narahara T, Owada M, Taketomi T, Ando M.
Headache associated with aseptic meningeal reaction as clinical onset of
Fabry’s disease. Headache. 1995;35:498-501.
86. Váyanse H, Chaba T, Clarke L, Taylor G. Pseudo-lysosomal storage disease
caused by EMLA cream. J. Inherit. metab. Dis. 2004;27:507-511.
87. Vibert D, Blaser B, Ozdoba C, Häusler R. Fabry\’s disease: otoneurologic
findings in twelve members of one family Ann Otol Rhinol Laryngol. 2006
;115(6):412-8.
88. Warnock DG, West ML. Diagnosis and management of kidney involvement
in Fabry disease. Adv Chronic Kidney Dis. 2006;13:138-47.
89. Weidemann F, Breunig F, Beer M, Sandstede J, Turschner O, Voelker W,
Ertl G, Knoll A, Wanner C, Strotmann JM. Improvement of Cardiac Function
During Enzyme Replacement Therapy in Patients With Fabry Disease. A
Prospective Strain Rate Imaging Study. Circulation. 2003;108:1299-1301
90. Whybra C, Kampmann C, Willers I, Davies J, Winchester B, Kriegsmann
J, Bruhl K, Gal A, Bunge S, Beck M. Anderson-Fabry disease: clinical
manifestations of disease in female heterozygotes. J Inherit Metab Dis
2001;24:715–24.
91. Young E, Mills K, Morris P, Vellodi A, Lee P, Waldek S, Winchester B. Is
globotriaosylceramide a useful biomarker in F